Con ayuda motivación del poeta Gustavo Valcarcel.
Amiga, acuesta tu cien a mi hombro
y pongámonos a pensar un poco:
en el pan que no habrá mañana
y el arroz que hoy falta.
Pongámonos a pensar,
de que cómo quema el día
y cuan pesada es la vida
y que a veces te veo callada
sonriendo por querer cumplir un sueño.
Amiga, no sé muy bien
por lo grande que es mi brutés
si fue suficiente el amor
para poder soportar
el enfrentar las miradas furtivas
de la gente cuando gritas.
Y si a veces soporto
tus gemidos silenciosos
es por que empuño las ganas
de acompañarte con el coro.
Pero cuando muestras
tu sonrisa de madreselva
acallas mis tormentos
y encuentro un sentido a la vida.
Es por eso que pongámonos a pensar un poco
si mi amor es suficiente para que sonrías cada día
y que tu compañía es lo más importante para mi vida.
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