miércoles, 26 de agosto de 2009

domingo, 19 de abril de 2009

Levemente
en este amor numérico
de pasos sin lluvia
tan húmedos
como las líneas de mis venas.

Como la caída libre
donde sueña mi pudor de fiesta,
como el golpe
que cubre mi fémur calado.

Levemente
como el transitar de aguas sucias.
Sin continuidad de circo
donde está el más amor
de mis amores bajos.

Y de cuerpo
sin cruz ni estrella
transita levemente.

viernes, 27 de marzo de 2009

Bajo su sueño

Mi dueña,
la que aprieta mi pecho;
está esperándome,
bajo su sueño.

Sobre mis cántaros,
mi vida en kilos,
mis desnudos huesos
los que sienten su olor
de sus sueños míos.

Quién la despertaría
si su constelación
aletarga mi peso.
Mientras
está esperándome,
bajo su sueño.

domingo, 8 de marzo de 2009

Ambigüedad.

vreve angustia
que en un domingo estalla.

Qué Dios es que cala el alma:
lo labra
lo esculpe,
cuando uno a veces
confunde mis Brabas aguas mansas.

Qué ruiseñor
roba esta tarde esperanzas!
quién envuelve
mi pequeño yermo
en patria.
Quién sueña
sobre un sueño
de dios quien El hombre cala.

Corazón Verde



A Mari Oliveira, Papillon.







Un corazón verde de distintas algas
se ha posado en mi pecho
desde la mañana.



Quiso cazarme sin verso
-convexo, corazón, gemelo-
quien de ti he descubierto a tejer sueños.



Ay de mi ay de mí, sin angustia
hay dicha
y al final la esperanza que apuntas.


Reanudando
el paso antípoda;
de amor
más verde que una rama.


Donde
-con tan solo-,
y tu corazón labra
sobre la materia bruta de mi alma.


Reanudando mi paso, a tu morada.

Adiós. Este aniversario...


Adiós. Este aniversario
ha venido para llevarme
y no esta mi tarde
donde solía sentarme sin quejas.
Cuánto será ese dolor mudo
donde el sueño no sólo duele a uno.
A mi
que he disfrutado tanto
de las hierbas
del camino
y el sol, como una primavera
sobre una piedra.
Adiós
Este aniversario ha venido para llevarme.

lunes, 5 de enero de 2009

Se ha marchado junio...


Se ha marchado junio
como un aire ligero
o de repente guarde
su pecho
la hora de su regreso.

Qué será de las aves
las que dormitaban en su copa;
o del carmen que hoy
son rocas rojas.

Se ha marchado el recipiente
de mis lágrimas,
sin buscar el sur;
y se fue, como dije…
Así de ligero.
Conforme de murmullo
de una huella a la que he arrojado
y algún manantial
donde ebrio de sueño
he soñado.

Hasta empaparme de noche
como el mar de un ciego.