El mar en mayo.

El mar en mayo parece broncear el ocaso,

en mayo me desmayo

volátil para viajar por el canto.

Para contemplar cómo el tiempo consume sus horas

y cómo los cielos devoran sus estrellas,

el mar en mayo es como un Pegaso solitario,

donde me eleva en vuelo y caigo, caigo.

Sus aguas son oscuras,

invernales son como ahora, como en mayo...

el día de hoy es como un unicornio

guardado en un estanque soslayado.

donde, camina sobre los cristales delgados.

En mayo voy callado,

contemplando aplaudiendo,

cabalgando sobre el Pegaso solitariodonde alza las alas

y nos alejamos.

2006

Maniana

Maniana saldrá el sol sin su gresta
pero hoy, quiero reprimirme emi' dolor
para maniana salir con nuevas juerzas
y pode' desebaina' los caramelos ela’ plaza.

Ven, recuéstate
que también la jatiga carga tu rostro...
tu' manos, tan limpitas de tanto lavar trastos
tu' ojos tan claros y luminosos.

Eja' atrás esa selda imensa',
no pienses en ella y lloremos juntos
del sinsabó de la noche.

Amor ven y recuetate' en mi hombrito
que maniana taran' las calles repletitas,
los restaurad' llenitos;
mira que la ciuda' ta' de jiesta'
Sólo dejame llora'
y estira mi supiros’ en tu' cabellos
-pero no chillo po' cobarde-
y consolame' con tus besos...
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Mañana

Mañana saldrá el sol sin su cresta,
pero hoy, quiero reprimirme en mi dolor
para mañana salir con nuevas fuerzas
y poder desemvainar los caramelos en la plaza...

Ven, recuéstate
que también la fatiga carga tu rostro...
tus manos, tan limpias de tanto lavar trastos,
tus ojos tan claros y luminosos.

Deja atrás esa selda inmensa,
no pienses en ella y lloremos juntos
del sinsabor de la noche.

Amor, ven y recuestate en mi hombro
que mañana estarán las calles repletas,
los restaurant llenos;
mira que la ciudad está de fiesta.
Sólo dejame llorar
y estirar mis suspiros en tus cabellos
-pero lo chillo por cobarde-
y consuélame con tus besos.

Estrecho.

Me agrada dar pinceladas en las calles

cuando contemplo relojes con cristales rotos y viejos;

me agrada venirme mariposas,

cuando se sabe que el domino te da la contra.

Cuando por ser azabache,

quieren tratar de cincelar mi eje,

cuando remo como un esclavo por avenidas,

donde duermen perezosos los gatos.

Me agrada contemplar los espirales,

que se revuelcan

el los ombligos, y eses dolor

regale el pudor al alma.

Y por ser cortes, el sol agite su cresta

o por cruel la estire hasta cortarme.

Cuando se sabe y se calla cuando vemos que Dios se ríe de la rutina

y yo como bueno quiera alcanzar las golondrinas. O, en los espejos

de las calles me vea sumergido de nubarrones y pasos lánguidos.

2006

Amiga...

Con ayuda motivación del poeta Gustavo Valcarcel.

Amiga, acuesta tu cien a mi hombro

y pongámonos a pensar un poco:

en el pan que no habrá mañana

y el arroz que hoy falta.

Pongámonos a pensar,

de que cómo quema el día

y cuan pesada es la vida

y que a veces te veo callada

sonriendo por querer cumplir un sueño.

Amiga, no sé muy bien

por lo grande que es mi brutés

si fue suficiente el amor

para poder soportar

el enfrentar las miradas furtivas

de la gente cuando gritas.

Y si a veces soporto

tus gemidos silenciosos

es por que empuño las ganas

de acompañarte con el coro.

Pero cuando muestras

tu sonrisa de madreselva

acallas mis tormentos

y encuentro un sentido a la vida.

Es por eso que pongámonos a pensar un poco

si mi amor es suficiente para que sonrías cada día

y que tu compañía es lo más importante para mi vida.

Estás aquí. A Mile.

A Milena Mora Alvarado (mile)

Estás aquí,

como las noches y las lunas de platina;

para que los pétalos marchitos sonrían.

Tus ojos son la melodía furtiva

del hechizo iracundo,

de las babas azules que dejan los caracoles en su vuelo.

Heme aquí,

como el demente que recorre,

el paraíso de las flores,

tratando de cortar la farándula que tu aleteo carga.

Estás aquí, torcaza

con los discos nocturnos de junio,

con nubarrones de colillas apagadas.

con sueños que dejaron de serlos

con ciénagas pardas.

Estás aquí, paloma,

hechicera solitaria

con tu éxodo de mariposas

con tus conjuros de alegría.

Para darme ganas cada día.

Tu llegada

Por fin, a tenerte cada tarde,

feliz, sonriente, alegre...

Por fin, ya no más tardes vagas,

ya no más versos tristes,

ya no recuerdos que se escapan.

Por fin, a cavalgar por los cielos celestes

feliz, sonriente, alegre;

sin preocupaciones de las tardes

sin ocasos desprevenidos,

sin lluvias plateadas, sin ciénagas pardas.

¡Por fin, tu llegada a nuestra morada!

cargando mariposas,

cargando emociones olvidadas...

para derramarlas en casa.

El demonio y mi sonreír

Al oír decir que el demonio hermano está jadeando
pensé en sonreír
porque es así como un pájaro inspira su vuelo,
sea lunes, martes,
miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo,

Todo da igual cuando la calma es sólo una piedra en bolsillo,
cuando el reloj sale triunfante
en la batalla, y tú, sólo quedas como la mierda del mendigo.

Al oír que el demonio hermano está jadeando,
sentí hervir como el amante,
como el delirante que busca sólo un éxtasis.

Es por eso que no interesa tanto día gris,
es por eso que un sueño ante el amor
tiene más valor por que el corazón está ciego,
como la niña del mini cuando te lame las ganas
pensando élla que debiera ser así.

Es por eso que no hay verso sutil, dulce o rosa
porque es cuando el demonio sólo cree saber la verdad, c
uando por vanidad se piensa en sí.

Cuando el demonio sale jadeante del cuerpo del colibrí
sólo da ganas de reír.