Mi dueña,
la que aprieta mi pecho;
está esperándome,
bajo su sueño.
Sobre mis cántaros,
mi vida en kilos,
mis desnudos huesos
los que sienten su olor
de sus sueños míos.
Quién la despertaría
si su constelación
aletarga mi peso.
Mientras
está esperándome,
bajo su sueño.
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